9 oct 2009

tierraNegra



La tierra tiene voz.

Una voz profunda, serena, intensa.

La tierra siente el llanto del pueblo.

Lo traduce, lo interpreta, lo transforma.

Esa voz es el soplo de vida que nunca se detiene.

Sobrevuela los espíritus atentos.

Muestra cantando sin estridencias las más duras realidades.

Y desaparece como el viento que en algún momento cesa.

Cesa la voz, queda su música en las almas.