Cuando en la búsqueda creativa dentro del laberinto llegamos a un tramo sin salida es necesario volver atrás hasta encontrar la última bifurcación para poder tomar otro camino hacia el Minotauro que hay que matar. Todos los segmentos del hilo que vamos dejando atrás son válidos. Para retomarlos, para revisarlos, para enrollar y desenrollar cuantas veces sea necesario hasta encontrar la victoria y luego la salida. El problema es cuando el laberinto está hecho de espejos y administrar nuestra energia y desarrollar nuestra inteligencia no alcanza para alcanzar la Proeza.
