26 jul 2011

Creativo Críptico Conectado
















A partir de algunos textos que estuve leyendo me surgió la siguiente idea: respecto de la creatividad (como de todas las cosas) cada persona debería tomar posición para poder vivir más conscientemente.
Ser creativo o no... de qué manera, con qué intensidad, en qué circunstancias...

Al pensar en mi propia producción pensé que quiero ser Creativo, Críptico y Conectado.

Creativo:
Modificarme a mí mismo. Buscar formas alternativas para la creación. Interactuar con lo que está en cambio en la cultura. Pensar lo principal y lo accesorio como variables para la creación. Percibir lo esencial y diferenciarlo de lo secundario para ubicarlos en una escala coherente. Descubrir y comprender cuáles son mis elementos para crear y aprender a usarlos (y luego usarlos efectivamente para sacar el mayor provecho de ellos). Identificar las oportunidades y valorarlas razonablemente. Nadar en mi propio proceso creativo con fluidez.

Críptico:
Trabajar con un tipo de obra que contenga misterio. Que ofrezca posibilidades no evidentes. Que requiera una sintonía fina del espectador atento. Que su decodificación implique la voluntad. Que su potencia y su riqueza esté en los múltiples niveles de lectura potenciales. Que sea el terreno de confluencia de muchas dimensiones de la persona. Que cuestione la cultura pero dejando preguntas (y no respuestas cerradas). Que proponga un diálogo del espectador consigo mismo y con sus pares.

Conectado:
Que surja de la lectura de la realidad. Que tenga profundidad. Que bucee en el Ser intentando descubrir lo eterno en lo temporal, lo absoluto en lo relativo, lo subyacente en lo evidente, lo valioso sobre lo superfluo, lo continuo sobre lo accidental. Que ponga en obra las ideas más interesantes que fluyen en el inconsciente colectivo (que es nuestro inconsciente compartido).