2 feb 2012

proyectoDeProyectos















Hay una idea que vuelve y vuelve a mí con una recurrencia importante:
El arte es un proyecto de proyectos.

Todas las obras de arte de la disciplina que sean, contienen ideas (además de sentimientos, pensamientos, visiones del mundo, creencias...).
Siempre pensé que las buenas ideas se abren paso por sí mismas, incluso más allá de las personas que las portan o se creen dueños de ellas. Ilusos que se consideran deudores de nadie.

Creo que ninguna idea es absolutamente nueva ya que reposa (o nace de) un contexto cultural, un bagaje simbólico, un sistema de creencias, una cultura determinada...

Por lo tanto, una idea puede (consciente o inconscientemente) ser retomada por otras personas en el mismo contexto o en otro.
Si aceptamos esta dinámica como posible, entonces una obra contiene (en germen) muchas otras obras.
O Picasso no creo el cubismo "desde" Cezanne?
O el Barroco no reaccionó a los postulados del Renacimiento?
O el minimalismo no abrevó del arte oriental y de lo mejor de la abstracción de vanguardia?

Y si tomamos otro camino...
Una obra de arte puede inspirar acciones en otros terrenos en los cuales se despliega el conocimiento humano... en las ciencias, en la tecnología, en la acción social y política...

Las intuiciones generadas "en el mundo del arte", que sencillamente es "el mundo", suelen ser la superficie de desarrollos más profundos. De caminos que, acciones/reflexiones/observaciones humanas mediante, generan otras realidades.

Navegar el arte es la consigna.
Como se navega la vida.
Y la vida se multiplica.
Y toma formas inesperadas, inexploradas, inéditas (solo mirar la evolución de las especies y del cosmos...).

Todo cambia.
El arte cambia como el mundo.
El arte cambia el mundo.