Quizás un dominio posible sea el pensar sobre la génesis del pensamiento. Sobre los pasos primeros de ese nadar entre los datos de los sentidos hasta construir conceptos. Ese captar significados y quedar absortos frente a símbolos que tal vez nunca comprenderemos...
Quizás en la fascinación misma frente al cosmos infinito esté la clave de lo que buscamos sin encontrar (o encontrando todo el tiempo de los modos más sorpresivos, de las maneras más extrañas del descubrir donde no cavamos).
Quizás la actitud de los niños que enfrentan la inmensidad del mundo con sus manos y sus ojos bien abiertos sea la única verdaderamente valiosa. Sin juzgar, sin clasificar, sin intentar rotularlo todo.
Quizás las palabras sobren y el puro acto de crear sea la manifestación más maravillosa del ser humano. Porque en ese gesto, en esa acción están en embrión toda la historia, todos los caminos, todos los logros, todas las ideas... todas las vidas.
