25 abr 2011

autorretratoCortante












Llevo conmigo un cortante. Desde los 19 años, cuando en 1983/84 comence a trabajar en un taller de arte.
Aprendi que tener con que cortar siempre a mano es importante.

Un cortante permite dar forma, separar partes, recortar figuras, apartar lo que no sirve.
La posibilidad de cortar es aliada del analisis. Del ver, agudamente, las cosas complejas por partes.
Y lo cortado (y seleccionado) sirve luego para realizar una sintesis por yuxtaposicion,  por union, por cercania.

Uso mi cortante para intervenir la realidad en un nivel menor. Pero fino y preciso.
Tiene cuerpo metalico mi cortante, y un buen grip para hacer fuerza.
(No como el de la foto, el mio es plateado)

He tallado maderas blandas con mi cortante durante alguna reflexion dificil.
He recortado papeles para collages jugando con mis hijos (y creando solo como cuando era chico).

Tener una herramienta adecuada para cada cosa es importante.
Por su liviandad y versatilidad, mi cortante es especialmente importante.

Tengo una relacion de respeto por el. Porque las acciones que genera, si bien son casi perfectas, son irreversibles.
Me obliga a pensar bien antes de usarlo.

Y pensar serena y agudamente es un ejercicio que  me cuesta pero trato de hacer. Si es posible seguido.